En mi último post os hablaba de los objetivos de la educación, es decir del adulto. Hoy os traigo la visión de la otra parte implicada: los niños.
Ellos no son conscientes de sus objetivos, se mueven por impulsos y por necesidad. Los niños están programados para aprender, el ser humano en general está diseñado para aprender de las cosas que le ocurre, de su experiencia y de la interacción con las cosas y las personas que tiene alrededor.
Su principal objetivo es aprender y comprender el mundo que le rodea.
No saben hacer otra cosa, no pueden hacer otra cosa, no están preparados para hacer otra cosa.
En la película documental “la educación prohibida” lo explican muy bien, además de reflexionar sobre la situación de la educación actual.
https://www.youtube.com/watch?v=1RBBVL1Sah0
Los niños vienen a este mundo con una serie de cosas programadas en su cerebro, tienen, por ejemplo, el reflejo de succión para poder alimentarse, además de otros reflejos que más delante les servirán para desarrollarse.
Igual que tienen estos reflejos ya saben cómo aprender, son científicos desde que nacen:
Como ya he dicho no saben hacer otra cosa, desde la visión de adulto creemos que hacen las cosas por fastidiar, echarnos un pulso, para ganar, porque son unos “pequeños dictadores”. Y nada más lejos de la realidad.
Si somos conscientes de cuáles son sus razones y motivaciones para actuar, ellos aprenderán más, más rápido y mejor y evitaremos muchos conflictos innecesarios.
Cristina Núñez
Responsable ERYCA