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La escuela desconectada de la realidad
La escuela ese lugar donde nos pasamos entre 5 y 8 horas diarias, durante, como mínimo, 13 años de nuestra vida. Donde vamos a que nos eduquen, donde vamos a aprender… ¿aprender qué?A aprender a ser mayores, a aprender habilidades para desenvolvernos en mundo que nos rodea, a aprender contenidos que nos servirán para la vida, a aprender a comportarnos en sociedad, a aprender a conocernos a nosotros mismos, a aprender a ganarnos la vida, a aprender…
En mi post El objetivo de la educación te cuento cual es mi opinión en este tema.
Creo que el sistema educativo ha desvirtuado su objetivo principal, el que verdaderamente debe tener: formar y capacitar a los adultos del futuro.
La sociedad actual y sus demandas van por un lado y la escuela va por otro. La escuela tiene que cubrir las necesidades de los estudiantes del S. XXI.
Memorizar contenidos y más contenidos, teniendo en cualquier dispositivo (ordenador, móvil, tablet…) a nuestro alcance toda la información que podamos necesitar, no lo encuentro muy útil.En la era de la información, lo que la escuela debería enseñar es a ser crítico con toda esa información, que internet principalmente pone a nuestro alcance, donde no todo vale ni todo es correcto.
En la escuela nos enseñan a contestar preguntas: de forma oral, en forma de ejercicios, en forma de exámenes, preguntas cerradas con una sola respuesta válida, pero no nos enseñan a hacer preguntas, a buscar alternativas, a buscar solución a problemas reales, a buscar información, a organizar y utilizar correctamente esa información. En resumen; no nos enseña a pensar.
¿Cómo es posible que los niños, exploradores y curiosos natos, acaben su etapa escolar aburridos y desmotivados y el porcentaje de fracaso escolar sea tan alto?
En la escuela aprendemos cosas que no motivan nada, que no nos interesan, que no las encontramos utilidad, que no nos gustan. Y el método por el que aprendemos nos motiva menos todavía. Cada niño, cada persona quiere aprender sobre cosas diferentes: A uno le gusta la astronomía, a otro la biología, a otro la historia, a otro la física, a otro la informática, a otro las motos… Hay que dar la oportunidad de que descubran que es lo que les gusta, lo que les apasiona, lo que quieren hacer, vivir la vida que quieran vivir.
Cada persona tenemos un método de aprender, un ritmo, una motivación. La escuela no puede pretender que los niños están al mismo nivel de desarrollo, con los mismos gustos e intereses y la misma motivación. La escuela vive en un cuento de hadas, no en la vida real.
La escuela debería enseñar lo primero de todo a conocernos a nosotros mismos, a escucharnos a nosotros mismos. Sólo si nos conocemos y sabemos lo que queremos y necesitamos podremos ser adultos capaces y felices.
Por último, igual que es importante conocerse a uno mismo es importante conocer a los demás, saber relacionarnos. Por eso me parece imprescindible y apremiante que la Educación emocional esté especialmente presente en este, nuestro sistema educativo. No sabemos relacionarnos, no sabemos comunicarnos, no sabemos expresar lo que sentimos o pensamos. Esto sí es realmente necesario para la vida.
Hay profesores, educadores, maestros, pedagogos, psicólogos, mamas y papas que saben que el sistema educativo tiene que cambiar, tiene que avanzar y amoldarse a las necesidades que demanda la sociedad. Todas estas personas, entidades, asociaciones están trabajando para que las cosas cambien. ERYCA es una de ellas, cada vez somos más, cada vez somos más visibles, cada vez tenemos más voz. Se van consiguiendo metas, pero hay tanto por hacer…
Cristina Núñez
Responsable ERYCA
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