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Los miniadultos no existen
Los miniadultos no existen, hay niños, adolescentes y adultos. Esta es la forma en que definimos a una persona en sus diferentes etapas de desarrollo.
Un niño no puede ser tratado como un adulto, no puede hacer cosas de adulto ni pensar como un adulto por una simple razón: no es un adulto. ¿Por qué incido tanto en que un niño no es un adulto?
3 RAZONES POR LAS QUE LOS NIÑOS NO SON MINIADULTOS
1º Los niños están en una etapa de desarrollo
Según la R.A.E. la definición de adulto es: llegado a su mayor crecimiento o desarrollo, luego un niño no es un adulto ya que está en una etapa de plena maduración y aprendizaje.
Sus cerebros están en construcción, madurando con cada cosa nueva que aprenden y con cada experiencia que viven.
Un estudio del Instituto de Neurociencia Cognitiva de Londres sugiere que el cerebro continúa desarrollándose después de la infancia y la pubertad y que no está totalmente maduro hasta que superamos los 30 años.
¿Qué quiere decir esto? Que las funciones cerebrales como la planificación y la toma de decisiones están en pleno desarrollo durante la infancia y la adolescencia. Así como el comportamiento social, la empatía, la interacción con otros individuos y algunos rasgos de la personalidad tampoco está desarrollados totalmente hasta bien entrada la edad adulta.
2º Los niños tienen diferentes necesidades que los adultos.
Como ya he dicho, los niños están en una etapa de desarrollo, donde están aprendiendo a identificar sus necesidades, sus capacidades y sus gustos y con todo ello están construyendo su personalidad.
Están aprendiendo a desenvolverse en un entorno desconocido, entorno que los adultos ya conocemos y controlamos en la mayoría de situaciones. Están adquiriendo la capacidad de comunicarse, su lenguaje no está desarrollado como el de los adultos.
Necesitan sentirse seguros y queridos para poder aprender. Tienen una capacidad innata de curiosidad que les impulsa a explorar, esta capacidad va desapareciendo según vamos creciendo debido a las influencias del entorno y sobre todo de la escuela.
3º No pueden cargar con la responsabilidad de un adulto
Los adultos nos empeñamos en tratarlos como iguales y pedirles cosas de adulto y eso genera muchos conflictos y mina la autoestima de nuestros niños porque no están preparados para lo que les exigimos. No entendemos que tienen otra forma de pensar, de actuar y que sus necesidades también son diferentes.Les pedimos que sean autónomos e independientes en cosas para lo que no están capacitados, por ejemplo les demandamos que estén quietos y en silencio, les pedimos que se responsabilicen de tareas que no les corresponden, les exigimos que pasen horas en actividades que vienen impuestas desde fuera y así un largo etcétera.
Un ejemplo.
¿Qué ocurre cuando pedimos o exigimos, por ejemplo, a un niño de 2 años que comparta sus juguetes? Desde nuestra visión no hay nada malo en compartir, de hecho socialmente está bien visto hacerlo y nos apresuramos a que los niños lo aprendan cuanto antes ¿está preparado y capacitado para ello?
¿Qué ocurre si lo miramos desde la perspectiva del niño? Mónica Serrano en su espacio psicología y crianza, muy recomendable por cierto, dice: “las habilidades sociales y de lenguaje de los niños de 2 años (aproximadamente) están en pleno desarrollo, pero no son lo suficientemente sofisticadas como para poder establecer acuerdos o negociar. Este aspecto dificulta la capacidad del niño para compartir”
No estamos dando la opción de decidir al niño si quiere o no compartir, no estamos respetando su decisión, además le pedimos algo para lo que no está preparado. Además si lo pensáramos bien no lo haríamos: la situación en la que un desconocido nos pide usar nuestro móvil podría ser semejante de la que se puede dar en un parque cuando un niño desconocido pide o coge a otro un juguete. ¿Por qué es una situación diferente con el niño?
¿Por qué le pedimos que comparta? porque creemos que tiene la misma capacidad de razonamiento y socialización que los mayores. Incluso les pedimos cosas que ni los mayores haríamos. ¿dejarías tu móvil al desconocido? Yo tendría que analizar la situación, sopesar si existe algún riesgo, negociar con el desconocido si llegará el caso, cuanto tiempo le permitimos utilizarlo… y aún así tendría dudas. ¿Un niño de 2 años puede realizar un análisis tan complejo? Yo digo que no.
CONCLUSIÓN: LOS NIÑOS SON NIÑOS
Los niños se comportan como niños, actúan como niños y piensan como niños. No saben hacerlo de otra manera. Es muy importante tener esto claro si queremos respetarlos en sus necesidades y satisfacerlas. Tenemos que aprender a usar la empatía y ponernos en sus zapatos. Así todo será mucho más fácil para ellos y para nosotros y la crianza se convertirá en una etapa positiva, respetuosa y de disfrute para ambas partes.
“La mayoría del tiempo los niños están actuando de acuerdo a su edad, no portándose mal. Muchos padres no tienen suficiente conocimiento sobre el comportamiento humano y el desarrollo de los niños, y por lo tanto tratan una conducta apropiada para su edad, como si fuera una mala conducta”
Jane Nelsen
Cristina Núñez
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